El cruel genocidio que llevaron a cabo los nazis en Alemania dejó millones de historias horribles en las que muchas personas fueron torturadas, encerradas e incluso asesinadas.
Una de estas historias es la de Felix Hausdorff, brillante matemático del pasado siglo y uno de los padres de la topología, mi rama favorita de las matemáticas.
Hausdorff nació en la ciudad alemana de Breslau, hoy en Polonia y conocida como Wrocaw. Desde muy joven mostró interés por la ciencia, por lo que estudió Astronomía y Matemáticas en la ciudad de Leipzig.
Cuando finalizó su doctorado, se enroló en el ejército. Tras varios años como soldado de infantería volvió a Leipzig donde comenzó una próspera carrera como profesor universitario, pasando posteriormente a impartir clase en la prestigiosa universidad de Bonn.
Aunque Felix Hausdorff realizó importantes avances en Teoría de Conjuntos, Geometría e incluso Probabilidad, sus mayores logros fueron en el nuevo campo que se estaba fraguando por aquél entonces: la Topología.
Todos los estudiantes de matemáticas hemos estudiando la importancia (y dificultad) de los Espacios de Hausdorff.
Pero ahora que ya conocemos al Hausdorff matemático, conozcamos su historia personal.
El bueno de Felix provenía de una familia judía. Como todos sabemos, tristemente la vida de un judío en Alemania en los años 30 y 40 no era nada fácil, y tras el ascenso al poder de los nazis, sus trabajos fueron tachados de poco serios, equivocados y antigermánicos. Por ello fue expulsado de su trabajo como profesor universitario en 1935.
Tras años tratando de evitar un trágico final para él y su familia, en 1942 fue citado para presentarse en un campo de concentración junto con su esposa y su cuñada (que vivía con ellos).
Tras meditarlo conjuntamente, y tras releer por n-ésima vez a su admirado Nietzche, decidieron dejar en manos de amigos cercanos sus últimas voluntades, y el propio Hausdorff dejó a buen recaudo sus trabajos sobre matemáticas.
El momento fatal llegó cuando el 26 de enero de 1942 los tres se suicidaron juntos, tomando una sobredosis de tranquilizantes.
Otro ejemplo más de vidas humanas víctimas de la barbarie de unos cuantos locos, pero por suerte, la historia ha puesto a cada uno en el lugar que le corresponde.
Gracias Felix por tu brillantez, legado y valentía.
@JcVirin