Acaba de comenzar el curso. Soy profe de secundaria y bachillerato, por lo que he tenido unos cuantos días intensos entre presentaciones, pruebas iniciales de nivel y repasos de años anteriores.
Pero una cosa que me gusta mucho hacer estos días es pedir a mis alumnos y alumnas que me definan qué son las matemáticas. Pensad que mis alumnos tienen entre 12 y 18 años, es decir, como mínimo llevan 8 años estudiando alguna asignatura que se llama “Matemáticas”.
Los pocos valientes que se atreven a responder no dudan en definir lo que yo denomino “Las matemáticas del Mercadona”, es decir, todo lo relacionado a cuando se va a la compra: controlar lo que se gasta, que el cajero nos dé bien el cambio, comparar precios…
Claramente mis alumnos creen que las matemáticas son hacer cuentas y que solo sirven para eso. Bueno, para ser sinceros, eso se llama aritmética y sin duda es una de las ramas más importantes de nuestra ciencia, pero algo hacemos mal si es la única que cala en nuestro alumnado cuando, en verdad, tenemos una herramienta como la calculadora de nuestro Smartphone que lo hace más rápido y más seguro que nosotros.
Entonces si un móvil es capaz de sustituir las mates que vemos en el instituto… ¿para qué las estudiamos?
Voy más allá. ¿Para qué estudiamos polinomios, derivadas, funciones, distribuciones estadísticas, repartos inversamente proporcionales… si no los vamos a utilizar nunca en un supermercado? Se supone que la escuela nos debe de enseñar cosas útiles para nuestra vida, ¿no?
La respuesta es sencilla, aunque todavía hay mucha gente que no la ve (o no la quiere ver): Las matemáticas nos enseñan a pensar.
Sí, sí, esa es la gran herramienta que nos aportan las matemáticas a la humanidad. Y es que haciendo matemáticas aprendemos a ser críticos, a no creernos lo primero que nos digan, a necesitar una demostración para fiarnos, a ser más eficaces, a reflexionar un momento antes de tomar una decisión o de dar un paso y, por supuesto, a resolver problemas que no necesariamente sean del tipo “Pepito tiene 3 manzanas y se come 2…”.
Por eso los matemáticos están de moda y no tienen paro, porque las empresas valoran que todo aquello que hacen contiene una base sólida y real debajo.
Ya ves, una sociedad matematizada será más difícil de engañar… quizás es por eso que no interesa.
¿Todavía te preguntas para qué sirven las mates?
@JcVirin
