Sin importar si eres o no amante de las matemáticas, probablemente en un momento determinado de tus estudios o de tu carrera universitaria, has escuchado hablar sobre las medidas de tendencia central. Sí, es un tema relacionado con las matemáticas, pero, ¡no temas! No es tan complicado como suena.
Aunque su nombre hace pensar en esos temas de matemáticas donde más de uno termina con dolor de cabeza, este no es el caso. Basta con dar una explicación adecuada y, por ello, en este artículo se muestran varios puntos interesantes sobre las mismas.
¿Qué son las medidas de tendencia central?
Las medidas de tendencia central son solamente un valor adjudicado para representar un conjunto de varias cantidades u otros valores. En otras palabras, puede verse como un promedio entre varias cantidades o hechos.
Por ejemplo, si quieren saber cuál es la edad de los votantes de un determinado lugar, hablar sobre la cantidad exacta de cada votante puede ser un asunto bastante tedioso. Debido a ello, se realiza un cálculo para saber cuál es la edad media de estos votantes.
Por supuesto, decir que todos los votantes tienen, por ejemplo, una edad promedio de 30 años, puede ser muy inexacto. En consecuencia, cuando es necesario, la medida de tendencia central puede aplicarse de formas más específicas.
Se podría hablar sobre una cantidad de votantes en torno a los 30 años, otra en torno a los 40 años, a los 50 años, y así sucesivamente.
¿Para qué sirven las medidas de tendencia central?
Principalmente, se tratan de temas estadísticos donde establecer datos particulares para cada individuo o situación puede llegar a ser extremadamente tedioso, llegando al punto de imposibilitar los cálculos.
De esta forma, es mucho más fácil establecer uno o varios valores promedios para utilizarlos como referentes en las estadísticas sin necesidad de realizar cálculos extensos que podrían terminar siendo inexactos e incomprensibles.
Igualmente, funcionan cuando se desea comparar un valor con otro. Retomando el ejemplo de la votación, no solo puede servir para saber las edades promedio de los votantes, sino también puede funcionar a la perfección para saber qué edad es más participativa, así como cuál lo es menos.
Por supuesto, las estadísticas pueden aplicarse en cualquier ámbito de la vida y la cotidianidad; así, las medidas de tendencia central funcionan de la misma manera. Desde ciencias tan exactas como la física o química, hasta ciencias sociales como derecho o psicología.
Ejemplo de medidas de tendencia central
Dejando de lado el ejemplo de los votantes, podemos tomar otro igualmente aplicable para las medidas de tendencia central, incluso si es de un ámbito muy distinto.
Cuando necesitan evaluar la tasa de criminalidad de un país, no puede realizarse presentando cada uno de las tasas particulares de cada ciudad porque, ante otros países, no tendría mucho sentido.
En cambio, si se toman las medidas de cada ciudad y se promedian, se puede obtener una tasa general del país. De esta forma, puede compararse con otros países para saber si está dentro o fuera de los estándares “normales”.
