Esta semana hemos conocido la triste noticia del fallecimiento en accidente de tráfico del gran matemático John Nash y su esposa. John Nash tuvo una vida capaz de inspirar una película, como así reflejó la oscarizada «Una mente maravillosa».
En el post de hoy vamos a hablar de otro gran matemático que ha inspirado una gran película, pero que sobre todo, ha inspirado a infinidad de investigadores y revolucionado el mundo tal y como era.
Os presentamos a Alan Turing, el padre de la computación, y la película que trata su vida: «The imitation game».
Sinopsis (contiene posibles spoilers):
Durante la II Guerra Mundial, el bando aliado intercepta miles de mensajes nazis que son incapaces de descifrar, ya que están encriptados y la máquina Enigma (la encargada de descifrarlos) cambia sus configuración todos los días.
La película muestra un Reino Unido que está siendo machacado en esta cruel guerra, y que para adelantarse a su rival, crea un grupo secreto compuesto por algunas de las mentes más brillantes del país para descifrar el código.
Entre estos genios se encuentra Alan Turing, un joven matemático considerado uno de los mejores del mundo, pero con un carácter muy peculiar.
Durante el filme, se va mostrando cómo se va construyendo la Máquina de Turing, y en paralelo se van contando los episodios que marcaron la niñez de Turing y su posterior detención.
Al final de la película se muestra cómo los aliados pudieron ganar la guerra gracias a los mensajes descifrados a través de la Máquina de Turing. También se muestra al protagonista en su recta final, siendo acusado de prácticas homosexuales y viéndose obligado a ser castrado químicamente.
Matemáticas:
Como es de costumbre en este tipo de películas, no se tratan conceptos matemáticos profundos durante la misma. Pero es de agradecer el respeto que el director ha mostrado hacia nuestra disciplina.
Durante la película queda muy claro que Turing era matemático, y que la computación es una rama de las matemáticas que nació a partir de sus brillantes ideas y estudios.
Por otra parte, se explica bastante bien para el gran público, cómo funcionaba Enigma, y cómo se construyó la Máquina de Turing para descifrarla.
Valoración:
Muy buena película y muy recomendable. Se disfruta mucho de principio a fin, con una trama muy interesante. En Matemáticas Digitales la puntuamos con un 9,5 sobre 10.
Es verdad que la cinta se toma algunas pequeñas licencias. Por ejemplo, es difícil imaginarse a una persona con el carácter introvertido de Alan Turing chuleando a la policía, o siendo tan expresivo en muchos momentos. Pero son matices razonables para hacer una película más entretenida.
También hay que hacer una mención especial a Benedict Cumberbatch, protagonista de la cinta, que hace un papel excepcional.
Alan Turing nació en Paddington, Londres en 1912. Desde muy pequeño mostró un talento excepcional para las ciencias, y en especial para las matemáticas, pero un gran desinterés para el resto de materias.
Estudió de forma brillante en el King´s College de Cambridge, ya que no pudo acceder al Trinity College como era su deseo. Fue un estudiante brillante, y rápidamente estuvo considerado como uno de los mejores matemáticos de su tiempo.
Fue reclutado para descifrar la máquina Enigma, consiguiéndolo y por tanto salvando millones de vidas. De hecho, se estima que gracias a él, la duración de la II Guerra Mundial se redujo en dos años.
Años más tarde del fin de la guerra, se vio obligado a confesar su homosexualidad a la policía, hecho que por aquél entonces estaba penado en Inglaterra. Para evitar la cárcel, se sometió a castración química, con graves efectos sobre su salud y apareciendo en él pechos, temblores y un gran sobrepeso.
Para evitar que sus trabajos se vieran afectados por su vida personal, Alan Turing se suicidó comiendo una manzana envenenada en 1954, a los 41 años de edad.
En el año 2013, la Reina de Inglaterra le concedió el indulto póstumo.
Triste final para una de las personas que más han contribuido a la evolución de la humanidad. Sin sus resultados la guerra hubiera sido mucho más cruel y además no se podría haber avanzado en las nuevas tecnologías como se ha hecho.
Y muy triste también, que hasta hace tan poco, una persona pudiera ser juzgada por ser homosexual. Pero gracias a personas como Turing, cada vez hay menos personas con la mente tan cerrada.
@JcVirin
Muy interesante el artículo. He visto la película y coincido en tus conclusiones. Felicidades por el blog. 🙂
También resulta interesante resaltar la faceta de deportista de Turing. Era un auténtico runner. Quedó quinto en la fase clasificatoria para los juegos olímpicos de Londres de 1949 en la modalidad de Marathon con un tiempo de 2h 46min, tan solo a diez minutos del tiempo del futuro campeón. Curiosamente, la medalla de plata fue para un Británico (Thomas Richards) al que Alan Turing había vencido algunas veces.
Muy buen aporte!! Gracias 🙂