En este blog siempre hemos tenido ganas de hablar del gran matemático indio Srinivasa Aiyangar Ramanujan, pero por una cosa y otra al final siempre lo hemos ido aplazando una semana más. Quizás ha sido esperando la historia perfecta que contar, y esa historia me la contó mi buen amigo Juanmi Ribera este verano.
Ramanujan nació en Erode (India) a finales del S.XIX en el seno de una familia muy humilde. Lo más curioso de Ramanujan es que está considerado como uno de los matemáticos más importantes e influyentes del S.XX habiendo obtenido sus conocimientos matemáticos de manera autodidacta.
Sus únicas fuentes fueron durante muchos años un libro de trigonometría y otro libro en el que se enunciaban sin demostración 6000 teoremas de distintas ramas de las matemáticas. Gracias a este último libro, se dedicó a demostrar esos resultados y a buscar nuevos resultados que conectaran dichos teoremas.
Llegado un cierto momento, mandó sus trabajos a varios matemáticos de renombre de su época, y tan solo recibió respuesta del inglés Godfrey Hardy. Como hemos comentando antes, Ramanujan no recibió una formación académica como tal, entonces su notación y su manera de expresarse eran únicamente suyas, por lo que descifrar sus trabajos se hacía realmente complicado para otra persona. Pero este hecho, no desanimó a Hardy que vio en él el mayor talento matemático que jamás había visto en nadie, y decidió llevarlo a Cambridge para trabajar con él.
Ramanujan llegó a Inglaterra en 1914, y volvió a la India en 1919 debido a que estaba enfermo de tuberculosis, falleciendo poco después a los 32 años de edad.
Durante su enfermedad, tuvo que visitar el hospital en muchas ocasiones debido a su mal estado de salud. Una de las veces que estuvo ingresado, Hardy fue a visitarlo, y quizás por hablar de algo o simplemente por picarlo para ver qué decía, Hardy comentó:
– He venido en un taxi con un número muy aburrido, el 1729.
A lo que Ramanujan respondió:
– ¡No! 1729 es un número muy interesante, es el número más pequeño que podemos descomponer de dos formas diferentes como suma de dos cubos.![]()
Es curioso como hay personas que son capaces de encontrar genialidades de la nada, y nuestro protagonista es uno de ellos.
Esta anécdota dio origen a lo que hoy en día, gracias al taxi que cogió Hardy, se llaman los números taxicab que se representan como Ta(n), y que son aquellos que cumplen ser el número más pequeño que se puede descomponer de n maneras distintas como la suma de dos cubos (siendo n un valor natural cualquiera).
Por ejemplo, los primeros números taxicab son:
@JcVirin





