A veces no somos conscientes de las facilidades que nos aporta una buena calculadora científica. No hace tanto que para calcular un logaritmo o una razón trigonométrica, necesitábamos grandes libros en los que ya venían calculadas “todas” esas operaciones. Y entrecomillo “todas” porque habría infinitas opciones, pero sí que, por ejemplo, las antiguas tablas de logaritmos llevaban los suficientes resultados para realizar como mínimo una digna aproximación.
Incluso actualmente, cualquier persona puede comprar un telescopio y gracias al apoyo de las calculadoras, conocer en profundidad el universo.
¿Pero cuándo surgió la calculadora? Podemos afirmar que las primeras “máquinas para contar” fueron los antiguos ábacos. Surgidos aproximadamente en el año 800 a.C., no está muy claro su lugar de invención, pero lo más seguro es que fuera en China, donde hoy día todavía se utiliza mucho en mercados o para realizar las cuentas domésticas.
Muchísimo más tarde, a principios del siglo XVII, el matemático John Napier creó el Ábaco Neperiano, que era una caja que incluía varillas con el ábaco tradicional y otras que permitían agilizar la multiplicación.
Poco después, en 1642, el célebre matemático Blaise Pascal inventó la primera máquina automática para hacer cuentas y la denominó Pascalina. Esta máquina funcionaba gracias a una serie de ruedas dentadas y engranajes, y se valía de las reglas de cálculo para su configuración y funcionamiento. Al igual que el Ábaco, la Pascalina tan solo era útil para realizar sumas y restas. Su uso se mantuvo hasta el año 1800, especialmente en Francia, para llevar la contabilidad.
A lo largo del siglo XIX se comenzó el desarrollo y gran auge de las calculadoras mecánicas, destacando entre ellas la denominada Verea Direct Multiplier, inventada por el español Ramón Verea (por cierto, interesantísima la vida de este inventor gallego). Esta calculadora fue la primera capaz de realizar multiplicaciones y divisiones, lo que supuso toda una revolución en su época.
Ya entrado el siglo XX, comenzaron las primeras calculadoras con teclas (las anteriores funcionaban a base de palancas) y siguió el goteo constante de nuevos modelos en los que las mejoras aparecían poco a poco. Un ejemplo de avance fue la calculadora Curta, que fue la primera que cabía en una mano. Otro ejemplo fue la calculadora SKA que fue la primera en resolver raíces cuadradas.
Pero la gran revolución llegó en los años 70 del siglo XX con la aparición de las calculadoras electrónicas, que funcionaban gracias al uso de pequeños chips. Éstas aparecieron en Japón gracias a conocidas marcas hoy día como Sanyo, Sharp o Canon, y se extendieron rápidamente por todo el mundo gracias a su fácil manejo, su tamaño y peso que favorecían que se pudiera trasladar sin esfuerzo, y por supuesto a sus precios que eran mucho más económicos que el de las calculadoras mecánicas.
A finales de la década de los 80, comenzaron a comercializarse las primeras calculadoras científicas y también las primeras calculadoras gráficas. Aquí fue donde la marca Casio, que sin duda es la más famosa y utilizada actualmente, dio un gran paso adelante marcando muchas diferencias con su competencia.
Actualmente la calculadora es un elemento indispensable para el estudio de las matemáticas, ya que nos permite avanzar de forma muy veloz la parte numérica, y que podamos dedicar todo nuestro tiempo y esfuerzo al razonamiento puro que requiera nuestro problema matemático.
Es cierto que los profesores de matemáticas muchas veces somos reticentes a que nuestro alumnado comience demasiado pronto con su utilización, ya que estimamos oportuno adquirir agilidad en el cálculo mental. Pero sí que es cierto, que cada vez son más los profesores que proponen una introducción escalonada de esta herramienta, realizando actividades concretas para que su uso sea con responsabilidad y no para resolver cuentas del tipo “4+3”.
Actualmente son muchas las candidatas a ser la mejor calculadora científica, pero salvo que realices estudios muy específicos de alguna rama de ingeniería o similar, cualquier calculadora del link anterior es más que suficiente para avanzar en tus estudios.
@JcVirin